Cuestión de principios


Este es, si no recuerdo mal, el cuarto blog que tengo. El primero que tuve era únicamente de cine, y estaba alojado en aquel servicio ya obsoleto llamado Spaces de MSN. Los dos siguientes fueron (y uno de ellos sigue siendo) de corte más serio, centrados en mis estudios y a lo que me dedico de manera profesional. Curiosamente ahora, en medio de la moda de las redes sociales y demás lindezas de la llamada web 2.0, he decidido volver a mis orígenes y crear un blog sobre la parte ociosa de mi vida, anónimo y sin ánimo de lucro. Ahí van los motivos:


¿Por qué anónimo? 

Por dos motivos, poder expresarme con franqueza y no caer en el autobombo. Es obvio que todos tenemos que comer y como lo políticamente correcto me aburre sobremanera, haciendo el blog anónimo dejo de preocuparme porque alguien que quiera informarse sobre mi persona, escriba mi nombre en Google y le aparezca alguna burrada que publique un día de mala leche. Claro que hay libertad de expresión, pero también la misma cantidad de prejuicios. Ir con cuidado.

Por otro lado las redes sociales y la web 2.0, eso que se suponía que era para compartir información y conocimiento, se ha convertido en un nido de egocentrismo desmedido y autobombo descarado. Esto es lo que siempre se ha conocido como "hacerse ver entre la multitud" o "a ver quién la tiene más larga". Lo que antes era presumir ahora es compartir. De antes eras un pesado por llevar álbumes de fotos de viajes a casa de tus amigos, ahora eres social. Yo soy el primero que participa en redes sociales (poco) y tiene fotos colgadas (no muchas), pero mi número de amigos es muy reducido en comparación con el de la mayoría y es todavía mayor de lo que me gustaría, además de tener los perfiles con las máximas restricciones de privacidad disponibles. Volviendo a los blogs, estoy cansado de ver personas que mantienen un blog con el único fin de hacerse conocidos, de conseguir un mayor número de seguidores, visitas, followers, fans o lo que sea. Como ya dije antes, a ver quién la tiene más larga.


¿Por qué sin ánimo de lucro?

Otro fenómeno de moda en los blogs es obtener dinero con ellos, ya sea contante y sonante o en especias. Que las revistas especializadas cobren descaradamente por hacer buenos análisis es algo asumido por todos, pero que un blog personal se llene de enlaces a tiendas, editoriales, distribuidoras de cine, etc. a cambio de un ínfimo porcentaje de la compras originadas en su dominio, o la recepción de unos cuantos libros, películas, videojuegos o merchandising, me parece deplorable. Aunque está claro que me parece todavía más un soberano coñazo. En realidad los autores de ese tipo de blogs me causan una enorme pena, deben ser políticamente correctos y valorar positivamente toda la mierda que reciben gratis. Para tirarse por un puente.


Ambas respuestas justifican por sí solas otras muchas decisiones que he tomado en el blog, como por ejemplo no hacer copy&paste. Esto lo hago para divertirme. Copiar y pegar no es divertido. Hace poco buscando críticas de una película encontré en un blog una traducción literal de los comentarios hechos por un usuario vietnamita de IMDb. Luego me di cuenta de que dicho blog "profesionalizado" añadía cada día cinco críticas de películas. Los blogs de libros en su mayoría copian las sinopsis y se quedan tan tranquilos.

Tampoco pienso incluir 50 links por entrada, todos sabemos a estas alturas buscar algo en Google si queremos ampliar información. Es más, yo aunque vea texto entrecomillado en un blog, prefiero acudir a la fuente pese a estar en otro idioma, porque visto como anda el panorama en los blogs me fío de muy pocos.

Seguramente con el tiempo vaya añadiendo más principios. De momento así va bien.