Dune de Jodorowsky - El documental

 Versión completa disponible en YouTube: https://youtu.be/AfJi2sfduqk

Algunas capturas para abrir boca. H.R. Giger, Dalí, vitamina E…





















Station Eleven y La parábola de la sembradora

 ¿Otra distopía sobre un mundo post pandémico? Pues sí, tal cuál. Pero geniales las dos.

El argumento de Station Eleven te va a sonar a trillado y lo es, pero hay un elemento que diferencia a esta serie y el libro en que está basada. El arte. ¿Y el elemento que hace destacar a La parábola de la sembradora? Con ese título ya te lo puedes imaginar. La religión. Por eso comento ambas obras juntas. Dos obras de ciencia ficción que comparten más de lo que parece.

A Station Eleven me he acercado a través de la miniserie de HBO, protagonizada por Mackenzie Davis. Esta actriz es magnífica. La conocí en Halt and Catch Fire (otra serie muy recomendable, disponible en Filmin) y sigue igual. Tendría que trabajar mucho más. La serie trata el arte como elemento fundamental para la supervivencia en época post pandémica, como nexo de unión que nos une y nos hace evadirnos de los aspectos más fríos y terrenales de la existencia. Suena cursi pero no lo es. Está muy bien tratado e insertado en la historia. La dirección es elegante, hay escenas muy fuertes pero nada vulgares. No cae en lo fácil. 

Uno de los personajes principales de Station Eleven es el profeta. No entraré mucho en detalles para no estropear la historia, pero obviamente con ese nombre ya sabes que puede girar en torno a la religión. Y aquí entramos en La parábola de la sembradora, una trilogía que se quedó al final en dos entregas. En este caso es la escasez de materias primas la que nos lleva a un futuro nada apetecible. Y es la religión la que nos da ese atisbo de esperanza. Libérate de prejuicios e ideas preconcebidas y léete este libro. No tiene nada que ver con el buenismo ni con la defensa de ninguna religión ni nada reaccionario. Va más por el camino de la moral.

Disfruta las dos. Son geniales.

Nazis, ouijas y droga con Kiko Amat y Mariana Enriquez

El título de este podcast es por sí mismo una declaración de intenciones: Aquí vas a pasarlo bien. Tal cual. Una hora de conversación entre Mariana Enríquez y Kiko Amat que se hace corta (y eso que roza la hora) de lo buena que es. El podcast fue el segundo capítulo de una serie de la editorial Anagrama (Tema Libre), en la que dos escritores dialogan en base a cinco preguntas.

Tocan temas interesantes, cuentan experiencias personales, son sinceros y eso se nota. No tienen nada que demostrar y hablan sin miramientos. Ojo, no digo con esto que ataquen a nadie ¿Para qué? Miedo da lo frecuente que es hoy en día mezclar libertad de expresión con la crítica negativa o directamente el insulto. Viva la libre expresión positiva.

Hablan de la alta cultura y la cultura popular. De cómo la obra de Shakespeare nació como entretenimiento para masas, antes de que se lo apoderaron las altas esferas culturales. De lo sádico  y obsceno que es obligar a leer clásicos en castellano antiguo a preadolescentes. Sembrando la semilla del odio a la lectura. De la felicidad que da leer esos mismos clásicos cuando ya eres adulto y tienes cierta mochila literaria. De la grandeza de Sandman y sus referencias. Del extrarradio y su influencia en las personas (tema recurrente en la obra de Kiko). De los extremismos urbanos. De los enemigos (otro tema favorito de Kiko y en el que comparto gran parte de su visión).

Y sí, también de ouija y drogas pero igual esas fueron las partes que menos exprimieron.

De lo que me arrepiento después de escuchar el podcast: Conocer a ambos autores pero no haber echado mano aún a ninguno de sus libros. Esto será subsanado a corto plazo. No haber leído aún nada de Sandman. Aquí tengo excusa, 15 volúmenes a 20 euros is too much. Por suerte acabo de descubrir que están reeditándolo en version pueblo llano (a 10 euros el tomo cada dos meses) y ya me estoy haciendo con ellos.

The Hidden World de Jim Shaw



Creo que mis libros de arte preferidos son aquellos que reúnen materiales de inspiración, bocetos o borradores de sus obras. Poder ver el producto final de un proyecto y después cómo se concibió todo el proceso es algo que raramente tenemos el lujo de permitirnos. Los artistas suelen ser reacios a desvelar sus secretos, algo totalmente comprensible. A nadie le gusta enseñar sus tripas. A nadie le gusta que sepan si escribes en pijama o sin ducharte desde hace dos días. 

Por suerte, de vez en cuando se publican los clásicamente denominados cuadernos de artista o también recopilaciones de material que ha servido de inspiración al artista, como es el caso del libro que os quiero presentar hoy. 

Jim Shaw es un artista y coleccionista californiano. La segunda parte me interesa especialmente, ya que compartimos afición por coleccionar materiales gráficos en soportes muy diversos (fotografías, diapositivas, negativos, postales, sellos usados, revistas antiguas, cómics, etc.), en general considerados de poco valor por los anticuarios pero de enorme valor artístico. Este valor crece cuando son puestos en combinación. 

Pues bien, Jim Shaw nos presenta en la Chalet Society de Paris una exposición con algunos materiales de su colección, los mismos materiales que le han servido de inspiración para crear sus obras. Por suerte, aquellos que estamos lejos de París podemos deleitarnos con las reproducciones de dichos materiales recopiladas en un libro: The Hidden World: Jim Shaw didactic art collection, Koenig books, London (2014). 

¿Qué tipo de materiales vamos a encontrar en este libro? Lo mejor es echar un vistazo al índice, del que tenéis una foto más adelante, pero os puedo adelantar que solo vais a encontrar maravillas. Ilustraciones de libros de medicina, educativos, materiales de religiones minoritarias (la encuadernación imita a una biblia), etc. Portadas, fragmentos de texto o ilustraciones. Principalmente estas últimas. 

Si cuando abres el buzón y revisas los folletos publicitarios, sueles ver alguno que te llama la atención y disimuladamente lo guardas con vergüenza en un cajón, este es tu libro. 







Charles Bukowski


Muchos dicen que Bukowski es un escritor para gente que no lee, para adolescentes, para modernos. Que su estilo es muy vulgar. Que si lees un libro suyo ya has leído todos. 

Bien es cierto que su forma de escribir es muy directa y cruda, por algo se encuadra dentro del realismo sucio. También es cierto que sus libros son monotemáticos, en gran medida autobiográficos, y es que Bukowski escribe casi siempre anécdotas de sus días de borracheras o alguna historia inspirada en ellas. Esto no es malo, Bukowski tiene mucho más que contar que muchos filósofos baratos. 

Lo mejor de Bukowski es la sinceridad. Bukowski no se casa con nadie. Le cae mal todo el mundo (algo que siempre es apreciable) y en especial los poetas, aunque él mismo se identifique como tal. No quiere adoctrinar, se la sopla lo que piense el lector antes y después de leer su obra, y eso se nota en cada párrafo que escribe. Él va a lo suyo.

He leído casi todo lo que Anagrama ha publicado de Bukowski (cuentos, novelas y ensayos). De la poesía paso, sea de quien sea. Con todo he disfrutado con un enano, excepto con uno de los tomos: Pulp. La última novela que escribió. Quiero pensar que fue un regalo a su esposa para que la publicase a su muerte y cobrar los derechos de autor. No quiero pensar que esa última novela de Bukowski forma parte del resto de su obra. Hay un buen chascarrillo al principio sobre John Fante, un juego de palabras, y es todo. El resto es una maraña de las habituales anécdotas de borrachos, con una parafernalia surrealista que simplemente no encaja. Sin ritmo, cansina, desesperante. 

Bukowski sí. Pulp no.


Forough Farrokhzad: The House is Black (1963)



Corto documental (20 min.) sobre una colonia de leprosos al norte de Irán. La directora es una poeta iraní y parte de la narración son poesías suyas.

Más información en: Wikipedia, IMDb, Vagos y Taringa.

Continuando con el tema del streaming

Publican hoy en ZonaDVD la traducción de una revista recogida en Ars Technica a Bill Hunt, creador del portal The Digital Bits, hablando de la situación actual del DVD, el Blu-ray y el streaming.

Suscribo prácticamente la totalidad de lo que se dice en dicha entrevista, siguiendo a grandes rasgos las opiniones que ya expresé en la anterior entrada, si bien en la entrevista se realiza una matización importante que yo pasé por alto. El streaming se plantea exclusivamente como una alternativa al mercado de alquiler, nunca como sustituto de los formatos físicos (DVD y Blu-ray). En España más concretamente se está planteando como una alternativa a los portales de descarga y streaming ilegales, no como sustituto del formato físico, aunque esto nunca se matice).

También se critica con fuerza el tratamiento que de este tema hacen los medios generalistas, así como los políticos, como siempre poco exhaustivos y populistas. Es de agradecer poder leer una entrevista que se base en la realidad de la industria del entretenimiento y no en la ficción que algunos nos intentan meter con calzador.