Hace dos días que se dieron a conocer la lista de nominados a los premios Goya de este año. Como ya es habitual todos los años, cierto sector de la población aprovecha la ocasión para meterse con el cine español (en general, así a lo loco) lo cuál por aburrimiento ha dejado de sorprender o ser noticia. Sin embargo este año se ha unido a la habitual masa borreguil una parte (quiero pensar que pequeña) de los aficionados al cine, centrando sus críticas en las películas más nominadas y concretamente en Balada triste de trompeta. Vayamos por partes...
Para comenzar, el cine español. Cualquier amante del cine que diga cosas del tipo "a mi es que el cine español no me va", no tiene perdón de Dios. ¿Que no te gustan las de Torrente ni las de Mortadelo? Pues igual te gusta El truco del manco, Amanece que no es poco o Los cronocrímenes. Es una auténtica salvajada cargarse de golpe y porrazo toda la producción cinematográfica de un país entero, más aun considerando españolas películas como El laberinto del fauno o Buried (Enterrado) cuyos equipos albergan personas de procedencia y estilos muy variados. Si te gusta el cine es sencillamente imposible que no te guste ninguna película española, y si sigues pensando de esa forma no sabes lo que te estás perdiendo.
Para continuar, la Academia de cine, Álex de la Iglesia y los Goya. La Academia ha sido una institución algo distante del público hasta hace unos pocos años, al menos esa es la impresión que yo tenía viendo las galas de los Goya y en algún otro acto o declaración de sus directores. Sin embargo hace pocos años decidieron poner la presentación de la gala en manos de El Terrat, más concretamente de José Corbacho, y para mí fue el momento en que todo cambió para bien. La gala se volvió más dinámica, divertida, sencilla y en definitiva cercana. Esta tendencia se continuó eligiendo a Andreu Buenafuente como conductor de la gala y este año vuelve a repetir. Además de las galas, el acercamiento al espectador se reforzó con un movimiento magistral, la elección de Álex de la Iglesia como director de la Academia del cine. Es uno de los mejores directores de cine en activo y encima, por las entrevistas que he podido ver y leer, parece una grandísima persona. Desde que llegó a la Academia todo el cine español parece estar rodeado de un aura de harmonía y buen rollo que seguramente antes también existía pero no era tan fácil percibirlo. Como ocurre en todos sitios, este éxito a nivel profesional (ver su filmografía y su labor en la Academia) ha despertado una legión de detractores que con memeces (que si apoya la Ley Sinde, que si mueve hilos para autonominarse, etc.) intenta ensuciar su nombre y trayectoria. Por suerte el grueso de este grupo curiosamente coincide con el del citado en el anterior párrafo, lo que hace bastante fácil su identificación para no perder el tiempo en futuras ocasiones.
Para acabar, Balada triste de trompeta. ¡Tachán! (nunca mejor dicho), ¡ya tenemos película con más nominaciones a los Goya! ¡Tachán!, ¡ya tenemos película que va a recibir los palos del grupo de individuos de siempre hasta que encuentren otro tema de moda! Como ya dije antes, lo de todos los años, así que una cosa menos de lo que preocuparse. Sin embargo parece ser que éste año además se han unido al grupo de protesta (no sabe dónde se meten los pobres) algunos aficionados al cine de los de toda la vida, es decir, de los que no dejan de ver películas porque estén producidas con dinero de un país u otro. ¿Y este follón a fin de qué? Pues porque parece ser que no les gustó Balada triste de trompeta. Yo tuve la suerte de verla en el cine hace 15 días y no puedo hablar más que maravillas de ella. Como ya he dejado entrever, me encanta el cine que hace Álex de la Iglesia, he visto todas sus películas y ahora me estoy poniendo con Pluton B.R.B. Nero. Balada triste de trompeta tal vez sea la más redonda en el plano sentimental, es un auténtico carrusel de emociones además de los guiños y golpes de humor a los que ya nos tiene acostumbrados Álex. Sin duda gran parte de culpa la tiene Carolina Bang con una actuación impecable, que te hace pasar de quererla a odiarla y a dejarte indiferente en cuestión de minutos. Con este último comentario me ahorro expresarme sobre la otra polémica de corte cavernícola que circula por ahí y de la que prefiero no decir más.
Y ya como último remate...
Sí sí, ya se, que ahora Tarantino también es malísimo y tampoco os gusta, pero señores, es una sala al completo de la 67º Mostra de Venecia.
(la calificación de abetos corresponde a Balada triste de trompeta)
Me gustaría expresar mi opinión al respecto.
ResponderEliminarEs cierto que hay una enorme cantidad de personas que se presentan con el clásico "yo cine español no veo porque el cine español es una mierda". Estoy de acuerdo también contigo en que algo así no se puede generalizar, ya que como en todos los paises hay películas mejores y películas peores. A mi por ejemplo me encanta el cine de Iván Zulueta, Albert Serra, Carlos Saura o Jaime Chávarri (en ocasiones), por citar algunos. Desde luego alguien que camina con esa afirmación por delante no hay duda de que no sabe de que está hablando.
También coincido contigo en que Álex de la Iglesia es un gran director (que no guionista, a mi parecer), pero sin embargo he de decirte que a mi personalmente no me gustó "Balada triste de trompeta", de la que salvaría únicamente los primeros quince minutos y la actuación de Carlos Areces. Pero claro, esto es como todo y los gustos de cada persona son diferentes (y lo que digan en la Mostra de Venecia me da igual, lo mismo que me da igual la gente de "no me gusta el cine español").
Ahora ya, lo que no puedo entender es que alguien aficionado al cine como tú defienda a esa mafia que forma la academia de cine y que, encerrados en su propia burbuja de "artistas pseudo-progres" se dedican a manejar los hilos desde las sombras metiendo baza donde no deberían (como la religión, vamos). Porque la Academia de Cine no se dedica al cine, se dedica a defender sus propios intereses y a acumular poder y dinero. ¿Algunos ejemplos?, la campaña en apoyo al gobierno socialista en las primeras elecciones que ganó Zapatero, el "No a la guerra", Pilar Bardem y su lucha contra el "Prestige", sus primeros devaneos con la SGAE (que antes de ser impopular bien que la defendían) o, por supuesto, la "ley Sinde". En ciertos momentos me llegan a recordar a algún capítulo de los Soprano, por lo de los chantajes y la presión que ejercen en la política. Eso sin contar con los supuestos sobornos y las compras de votos y de puestos en la Academia que llevaron a dimitir, entre otros, a Pedro Almodóvar, que guste o no es nuestro mayor representante del cine español a nivel internacional. Ya por último me gustaría dejarte aquí unas palabras de Berlanga extraídas de una entrevista para la semana de cine de Medina (creo):
Directo y sin tapujos, ratificó sus críticas a la Academia del Cine (de la que es cofundador y presidente de honor), de la que dijo que «ha ido degenerando, incluida la única cosa que hace al año que es la entrega de los premios Goya, y se ha convertido en un sindicato». «Como presidente de honor no puedo dimitir»
"El cine español naufraga en océanos de autocomplacencia provocados por la cocaína" - José Luis Cuerda
ResponderEliminarMe alegro de que se haya creado un intercambio de opiniones, se supone que la supuesta web 2.0 en teoría era para eso pero en la práctica se ha quedado en gente dando palos y dictando sentencia, pero bueno eso es otro tema. Se agradece tu actitud.
ResponderEliminarEfectivamente la opinión que tengamos tu o yo de Balada triste de trompeta al fin y al cabo son eso, opiniones, y por suerte cada persona tiene la suya propia. Lo que quería expresar con el vídeo de la Mostra es que lo mismo que a mucha gente no le ha gustado, a otra gente le ha encantado, y por lo tanto que tenga 15 nominaciones en los Goya es algo respetable, sin más. Obviamente no todas las películas aplaudidas en los festivales o que tienen un 8 en IMDB me gustan, pero nunca me atrevería a decir que son una basura absoluta y que no merecen las nominaciones o premios que reciban. Sin ir más lejos hace poco publiqué una entrada sobre Buried diciendo que me decepcionó bastante, sin embargo respeto totalmente que tenga 10 nominaciones en los Goya y entiendo que a otra mucha gente le haya encantado. Entiendo que tu respetas (aunque no compartas) las nominaciones a Balada triste de trompeta, pero mucha gente estos días parece que no lo ha hecho. Por eso el vídeo, por si alguien se piensa que la película sólo le ha gustado a Álex de la Iglesia.
Sobre la Academia del cine creo que no me he expresado correctamente. Creer hoy en día que cualquier elemento con repercusión mediática es casual o no premeditado, en un sistema capitalista y más aún con el neoliberalismo, es absurdo. Los que no creen en hadas saben que detrás de casi todos los movimientos a nivel institucional hay intereses de todo tipo. Como todos estos actos salen impunes (tristemente incluso a nivel social), con el tiempo se han vuelto descarados y tu citas ejemplos claros y contundentes (la campaña de la ceja o el no a la guerra), pero el origen de los mismos no está en los miembros que formaban la Academia por aquel entonces, si no en esferas mucho más altas y que se mantienen en la sombra, mientras pueden.
Sin embargo creo que todo ese lobby ha moderado mucho su imagen (nada más) en los últimos años. ¿Que siguen existiendo intereses detrás de cada movimiento que hacen? por supuesto, pero a mí me parece que Álex está haciendo una labor conciliadora muy importante. Simplemente eso, conciliar, es algo que ya se agradece en los tiempos que corren. Está claro que por ahí arriba van a seguir manejando todo a su antojo, es algo endémico que ocurre a todos los niveles y a lo que no veo solución, así que señores, por favor, permítanme que por lo menos me ría en los Goya con Buenafuente y mantengan a un director afable, aunque no sea la panacea de nada. Otra cosa pensarán, con toda la razón, los que tengan que vivir de esto.
Me agrada ver que nuestras opiniones coinciden al final del camino :)
ResponderEliminarPD: Grande Cuerda, ¡GRANDE!